Las “ciudades educadoras”: aprenden de los mayores y los hacen aprender

  • Suzana Agudo Prado

Resumo

En la sociedad actual a nadie le pasa desapercibido que la esperanza y las expectativas de vida han cambiado, por ello se hace necesario favorecer y promover el envejecimiento activo. Desde un punto de vista educativo, el tiempo de ocio es una buena oportunidad para generar vivencias que favorezcan el desarrollo humano individual y social. Entender el ocio como bien personal y comunitario es el primer fundamento de su necesaria educación. Esta es la clave para favorecer el continuo desarrollo físico, cognitivo y psicosocial de adultos y mayores, abordando sin riesgos y exclusiones los cambios que acontecen en la sociedad, siendo la ciudad un espacio idóneo para promover el aprendizaje a lo largo de toda la vida.

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Publicado
2014-08-06
Seção
Artigos